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En los últimos meses escribí una serie de artículos titulados ¿Y si voto por...? en los que planteé las razones por las que votaría o no por Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador o Gabriel Quadri. Ha llegado el momento de decidir mi voto.
Confieso que me mantuve indeciso a lo largo de toda la contienda electoral y no decidí mi voto presidencial sino hasta apenas este fin de semana, luego de volver a leer las propuestas de l@s candidat@s presidenciales y de repasar mis apuntes de sus libros, que reseñé también para estas páginas.
Primero argumentaré brevemente mis votos para Jefe de Gobierno, diputados y senadores federales, así como jefe delegacional y asambleístas de la ALDF y cierro con mi voto para la presidencia.
Jefatura de Gobierno: Esta es tal vez la decisión de voto que menos trabajo me costó tomar. Votaré por Miguel Mancera porque representa la continuidad del proyecto de Marcelo Ebrad. Mancera ha sido un candidato que escucha y que se compromete. Estuve con él en un evento sobre la diversidad sexual y me sorprendió su capacidad para escuchar y su disposición al diálogo. Sólo espero que no se rodeé del equipo de comunicación de Ebrard, que vea los errores en ese rubro que le costaron la candidatura presidencial a éste. Me preocupa que Mancera será un jefe de gobierno sin contrapesos, tema del que pocos hablan en esta Ciudad, pero creo que muchos en la sociedad civil y en los medios cumplirán la función que la Asamblea Legislativa no hará, dado que seguramente Mancera será un ejecutivo con un legislativo muy afín.
Senadores: Votaré por Alejandra Barrales y espero que mi voto sea también para Mario Delgado. Conozco el trabajo de ambos. Ella fue una buena asambleísta y él un buen Secretario de Educación local. Barrales además se comprometió en el ITAM a retomar la agenda de la Coalición Ciudadana por la Educación una vez en el Senado.
Diputados federales y locales: Mi voto será también para los candidatos del PRD. Solo si se me aparece algún apellido relacionado con Bejarano o Padierna dudaré mucho. Agustín Barrios y Angélica Bravo son los candidatos que me tocan. El primero representa una candidatura ciudadana y la segunda sí está relacionada con esos apellidos, así que revisaré aún más sus propuestas antes de decidir si voto por ella o si anulo.
Jefatura delegacional: Mi voto es para Víctor Romo porque es el candidato que tiene la propuesta más detallada y clara para la Miguel Hidalgo, porque tiene con él a gente como David Razú y porque también considero que hizo un buen trabajo como asambleísta.
Finalmente, espero que el Partido Verde, el Partido Nueva Alianza y los partidos satelitales de izquierda Movimiento Ciudadano y el PT pierdan el registro. México merece una sacudida en su sistema de partidos y estos partidos pequeños no me parecen los adecuados. Ojalá surja pronto un verdadero proyecto de partido socialdemócrata. Creo que justamente en ello está pensando Ebrard.
En resumen, hasta aquí tacharé todas las opciones de color amarillo, por una izquierda progresista y moderna y porque creo que el trabajo que han hecho en Ciudad de México y a favor de la diversidad sexual son ejemplares.
Presidencia: Votaré por Josefina Vázquez Mota porque después de repasar una y otra vez todas las propuestas, las suyas en materia de economía, política exterior y energía me parecen las más responsables de todas. Además Josefina es la única que habla a favor de los temas de reforma política y gobiernos de coalición. Josefina es quien a mi parecer entendió mejor al movimiento #Yosoy132. Incluso creo que Josefina ganó el #Debate132. Mi voto por ella fue el que más tiempo pensé y reflexioné.
Conocí a Josefina en el 2007, en un camerino de TV Azteca, mientras me estaban preparando para entrar a un noticiero para analizar la relación entre la SEP y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación. Josefina iba a entrar a la mesa justo después de que yo hablara. Recuerdo que me saludó muy amable y que yo me puse nervioso porque minutos después la estaría criticando al aire. Entré a la mesa y ella se quedó en el foro, escuchando. Al terminar sólo recuerdo que me levanté de la mesa y que mientras le ponían un micrófono me dijo "muy bien, Genaro", con una sonrisa. Me quedé perplejo pues acababa de criticar al gobierno de Calderón por su tibieza ante el poder de Gordillo.
Unos años más tarde, en 2011, volví a verla en un desayuno con académicos, periodistas y activistas por la diversidad sexual. Confieso que creo que el PAN merece perder los votos de los grupos de la diversidad sexual, pero no emitiré mi voto presidencial pensando sólo en un tema. Creo que Josefina sí es diferente en este tema. Creo que si no fue más contundente con respecto a lo que ella personalmente cree al respecto, fue porque su partido es mucho más conservador que ella. Confío en su palabra y si gana se la recordaré cuanta vez pueda.
Respeto a López Obrador, pero él no tiene pretexto alguno para abanderar las causas de la diversidad sexual. Su partido es el que más ha apoyado estos temas, pero él sigue ofreciendo la peor herramienta para el avance de los mismos: las consultas públicas. Si Marcelo hubiera sido el candidato, creo que hasta campaña habría hecho por él, pero no fue el caso. Ya voté por AMLO una vez, en el 2006, pero este 2012 mi voto no es por el PAN, es por Josefina.
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