``` `
Debido al cáncer, don “Chente” necesitaba un trasplante de hígado, que se negó a recibir, porque, dijo, no sabía de qué “cabrón” provenía, ni si era homosexual o drogadicto. Por lo que Vicente Fernández decidió abandonar el hospital donde estaba internado, a pesar de que ya tenían el hígado que le sería trasplantado.