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Martin Reisch, un ciudadano canadiense, se disponía a cruzar la frontera de Canadá y los Estados Unidos para dejar algunos presentes para los hijos de sus amigos y entonces se dio cuenta que había olvidado su pasaporte, y dar la vuelta hacia su casa para recogerlo le habría llevado varias horas, así que cuando llegó a la frontera, mostró una copia escaneada del pasaporte en su iPad, contó la historia al oficial y mostró su licencia de conducir.