UN NUEVO ROSTRO, NUEVAS OPORTUNIDADES Es común ver y escuchar a la gente como se expresa de su cuerpo, de las cosas que quieren y como quisieran cambiar según ellos para ser más felices, pero al otro lado del panorama hay personas obligadas a mostrar otro rostro en busca de una nueva oportunidad para recuperar sus vidas. Más de 900 casos registrados de víctimas con ácido durante los últimos 10 años en Colombia hacen una lista interminable de marcas a superar. El problema radica en un eje principal violencia de género, no basta con divulgar los casos registrados en los medios pues luego de un tiempo quedan en el archivo, incitativas como la de Gina Potes, la primera víctima registrada en Colombia es lo que hace la diferencia, una nueva puerta luego de tantos obstáculos hace de esta fundación una nueva opción para el cambio no solo de las víctimas sino también de una sociedad saturada de intolerancia e indiferencia. Es lamentable que las cifras vayan en aumento y aunque el apoyo de los medios de comunicación es importante, hay más maneras de ayudar a reconstruir las vidas de estas personas haz parte del cambio, la fundación apoya más de 20 mujeres, pero con los recursos que tienen no es suficiente, su directora busca conseguir que las empresas le den una mano, que contribuyan a la protección de las víctimas y de la misma manera esto permita ayudara más víctimas que tocan las puertas de la su apartamento. Es necesario denunciar, hallar mecanismos de protección y control frente a la distribución de químicos, condenas ejemplares para quienes cometen este atropello… pero poco a poco los obstáculos se van superando prueba de ello que en el 2012 la Fundación Reconstruyendo Rostros logrará ser legalmente constituida. Faltan muchas cosas por hacer y está en la sociedad la búsqueda del cambio, no solo por parte de las víctimas, las autoridades o los medios, también de quienes leen este artículo y saben que es una realidad que se puede transformar para dejar de lado las cicatrices y ser más bella.