``` `
La música, cual hermosa doncella, goza de múltiples pretendientes en el reino terrenal. Seduce los campos de futbol con un sinfín de canticos que alientan a 11 valerosos guerreros en épicas proezas. Embellece los triunfos con melodiosos y efusivos cantos de victoria de una multitud extasiada en la más sublime y trivial de las alegrías o en su defecto ayuda a desechar las lágrimas y la rabia que provoca el decepcionante e inexplicable capricho de un balón que desafiando las leyes universales, vuela por los aires alterando el correr natural del tiempo, reduciéndolo a una velocidad lenta y cardiaca, acaparando las miradas de millones, solo para decidir estrellarse en un poste antes que besar con ...