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La mitad de los garrafones de agua que se consumen en la Ciudad de México tiene presencia de bacterias y residuos fecales que pueden provocar enfermedades diarreicas y debilitar el sistema inmunológico. Homero Martínez Salgado, investigador del Hospital Infantil de México y de Cornell University, aseguró que tan sólo en la capital del país existen dos mil pequeñas industrias de agua o embotelladoras en las que el usuario no tiene certeza de si está comprando o no, un líquido que cumpla realmente con las normas mínimas de calidad e higiene. “Es un problema grave porque se estima que alrededor de 50 por ciento del agua que se compra de rellenadoras tiene presencia de bacterias coliformes combinadas con materia fecal que, en medio de la epidemia de Covid-19, puede debilitar el sistema inmunológico, provocar diarreas” y poner en riesgo a la población.