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La mayoría de los adolescentes no hacen más que dedicar su tiempo libre al ocio con sus amigos, esa es su forma de interactuar, y no está mal, el inconveniente se encuentra en el exceso y en la pérdida del tiempo. Pero ¿qué se puede esperar si en la mayoría de casas no se fomenta hábito de la lectura? Pareciera que las instituciones educativas están solas en esto, algo que debería ser un trabajo de todas las instituciones sociales. El problema radica en el acercamiento, interés de los jóvenes hacia la lectura; y pareciera que siempre existe algún motivo más importante que el de ir a leer. Las bibliotecas son la cúpula en donde se puede hacer el ejercicio de leer, pero son pocos los entes que lideran los procesos para el fomento de la lectura. Actualmente, se pueden planear didácticas que permitan una integración entre padres e hijos, y que la excusa para estos espacios sea leer. No sería malo, incluso que a partir de la lectura se volvieran a cultivar valores ya perdidos en la sociedad actual, tales como el valor de la familia, la comprensión y fundar afinidad de sentimientos, afectos e intereses. A su vez crear estrategias para la lectura en digital, hacer uso de las TIC en Colombia y de su importancia en el proceso de formación de los jóvenes y niños. El propósito es penetrar en las mentes de ellos, usar las TIC y los escenarios virtuales, tales como las redes sociales, las bibliotecas virtuales, y demás, de un modo tan llamativo y dinámico para los jóvenes, con el fin de que pasen horas y horas leyendo; ya sean libros, poemas o cuentos y se les de un buen uso. Nos encontramos inmersos en el siglo digital, en el que los jóvenes pasan gran parte de su tiempo leyendo o viendo contenidos en pantallas, pero no hay una oferta sustancial de contenidos literarios que se aprovechen de este medio. Es por esto, que los computadores, celulares, tablets y demás herramientas tecnológicas deberían convertirse en nuevas puertas para enamorarse de la literatura. El reto está en formar lectores, eso significa ofrecer a los miembros de una sociedad herramientas para transitar por diversidad de documentos y materiales informativos, exposiciones, museos, libros, mapas, entre otros con el fin de que su integración sea efectiva. “A pesar de que esto suene a un llamado al Estado (que lo es, el Gobierno debe ponerse las pilas), el acto de la lectura y de la comprensión de la misma viene no sólo de los esfuerzos de un ente superior, sino también de la privacidad de la familia. Para nadie es un secreto que el hábito de la buena lectura viene desde casa…” “Una actitud a dos bandas, entre familia y Estado, es lo mínimo que se puede esperar. Así podríamos no solamente presentar mejorías leves en los estudios internacionales, que es lo de menos, sino formar ciudadanos con una capacidad mucho mejor y más nutrida para aprehender el mundo.” (El Espectador,2013)