5
Después de todo, con un cráneo de más de 1,5 metros de largo dotado de potentes quijadas y dientes afilados como cuchillos de mas de 15 centímetros de alto, lo lógico es que todo el mundo pensara que aquella bestia cazaba sus propias presas. Bien, pues por si había dudas, acaban de encontrar la prueba definitiva.