A Belinda, a los Belifans. Sé que quizá poca gente se sentará a leer esta carta completa. Por lo que probablemente estoy perdiendo el tiempo al escribirla. Aún bajo este supuesto pienso escribirla, ya que considero mi deber ético, como profesional y artista, hablar directamente con la gente a quien este escrito, con tintes epistolares, se dirige. En primer lugar, quiero agradecer a los medios que tuvieron a bien abrirnos un espacio para expresar la situación en la que se encuentra, no sólo el equipo de producción sino varios colaboradores técnicos y artistas que deben sumar casi setenta personas. Sin el apoyo de estos medios hubiera sido imposible generar el impacto que se está generando con estas justas peticiones. En segundo lugar, deseo aclarar categóricamente que no es mi intención ni la de nadie del equipo causar ningún tipo de daño en la carrera de Belinda, ni en su imagen, es más, y lo digo quizá a título personal, ni siquiera quisiéramos estarla molestando con estas cosas que pudieran parecer nimiedades. Considero que Beli es una chica valiosa y comprometida con su trabajo, una chica que tiene talento y que, como aseguran sus fans, podría estar al nivel de cualquier súper estrella pop. Lo anterior se lo expresé directamente a ella en repetidas ocasiones, esas en las que se molestaba porque la llamara princesa, aunque actuara con la elegancia de una. Nosotros no pretendemos cuestionar su talento, ni siquiera su ética de trabajo que podría ser cuestionable. Nosotros, y aquí es donde emerge mi preocupación principal, estamos buscando la justa retribución al trabajo de la gente que la apoyó, es decir, de los inversores, de los artistas, de los técnicos, de los choferes, en fin de todo el equipo humano que se requiere para llevar a cabo una empresa titánica como la que logramos: generar seis piezas de gran calidad para poder competir en el mercado internacional en un tiempo récord, tanto de producción, como de postproducción y entrega. Quiero recalcar que ha leído mal o no sabe leer quien piensa que estamos atacando su integridad moral o poniendo en duda su honestidad. Mis declaraciones en los medios han sido pensadas para pedirle amablemente y como amigo que afronte de manera responsable la deuda que tiene con la gente a la que en parte se debe, porque cada grano de arena que pone cada técnico, cada nota propuesta por sus músicos o cada escena que planeamos para sus videos, van conformando su calidad global como artista. Lo que me gustaría decirle a Belinda, es lo que siempre le dije: que debe madurar, debe crecer y debe aprender a valorar el trabajo de los demás, es decir el trabajo en equipo. Decirle, como le dije en varias ocasiones, que la fama es como la bruma y que como la bruma se desvanece, y que lo único verdaderamente valioso, además de nuestro legado artístico, es “el cómo” en la construcción de ese legado. Nuestra imagen humana. Belinda, como muchos jóvenes de su edad, está en su etapa Carpe Diem a ultranza. Creo que varios de nosotros hemos tenido en algún momento de nuestras vidas esa sensación, e incluso la propuesta filosófica del Carpe Diem “vivir el momento” no es descabellada si pensamos que es posible morir pronto, pero también es posible llegar a viejo. Con esto quiero decirte Beli que no deberías hacer cosas de las que puedas arrepentirte en el futuro. Todo esto en realidad surge de tu carácter, que es muy fuerte. Eso es bueno para algunas cosas pero malo para otras pues, en ocasiones, como ésta en específico, resulta impositivo. Es decir, que actuando como El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, pretendes llevar a cabo tus planes sin importar los medios, dado que el fin los justifica. Esto, dicho a manera de broma, puede resultar divertido pero llevado al campo de lo cotidiano resulta peligroso y ofensivo. Para quienes colaboramos contigo es insultante como artistas que no reconozcas nuestros méritos. En mi caso particular, la dirección del video Egoísta de la que no quise decir nada pues tampoco quería causarte ningún daño y la gente que me interesaba que lo supiera lo supo todo el tiempo. Yo dirigí ese video y reconozco que tú te involucraste mucho, así como también reconozco el trabajo de Daniel, no obstante quien planeó toda la producción, cada plano de la filmación y toda la edición hasta la entrega final fuimos mi equipo y yo. La verdad es algo que no me quita el sueño, he tenido la oportunidad de hacer trabajos con otros artistas y marcas en los que mi participación ha sido ampliamente reconocida y premiada. Además existe algo en la autoría de las piezas que cada vez que la miras te recuerda que te pertenecen. Cada pieza de video es un hijo. Para mí a pesar de su corta duración es una película y la trato con ese respeto, como debe pasarle a cada pintor con sus cuadros o a cada escritor con sus libros. Pienso que no supiste valorar ese amable silencio que guardé durante tanto tiempo por una convicción de forma de vida. Otros de los grandes artistas que colaboraron contigo como tus músicos: Antonio Zavala, Bruno Mendizábal y José Mena, tienen el mismo sentir, pues también tienes una deuda económica con ellos. Yo personalmente los vi ensayar durante horas, planear los conciertos, opinar sobre los videos, etc. O sea, estar absolutamente clavados en tu proyecto musical, y por qué no decirlo, en el todo de tu proyecto artístico. A ti, Belinda, me gustaría dejarte por último con un fragmento del poema El Diamante, del famoso escritor granadino víctima de la cruenta Guerra Civil Española, en manos del pelotón de fusilamiento franquista, Federico García Lorca. Espero que lo leas con sensibilidad para que recapacites sobre lo que te quiero dar a entender con la metáfora: El diamante de una estrella / ha rayado el hondo cielo. / Pájaro de luz que quiere / escapar del firmamento / y huye del enorme nido / donde estaba prisionero / sin saber que lleva atada / una cadena en el cuello. A los Belifans quiero darles las gracias. Hemos recibido apoyo de algunos de ustedes. Los más sensatos entederán con esta explicación que lo que pedimos entra absolutamente en el campo de la justicia y que es perfectamente normal que, luego de dos años esperando un pago que no ha llegado, lo solicitemos. A ustedes quiero decirles que merecen ver esos videos, que son excelentes. Mi deuda con ustedes es que no hayan podido verlos aún, también es la deuda que Belinda tiene con sus fans. A Belinda le pedí esto, porque también considero justo que, ustedes que se entregan absolutamente a ella, reciban estos trabajos que les fueron prometidos desde hace más de año y medio., y cuyo estreno se fue postergando con diferentes pretextos, que ocultaban esta verdad que hoy por fin les revelamos. A los que aún no saben lo que está sucediendo les pido que entiendan la situación y que si lo hacen le pidan a su artista que reflexione al respecto. Por mi parte estoy seguro de que Belinda recapacitará, pues como dije es una chica inteligente. JULIO CARLOS DIRECTOR México DF. Noviembre, 2012.