Hace unos cuantos años que comenzó la batalla entre separatistas contra catalanes, que no es lo mismo que independentista, hay que dejarlo bien claro; españoles y el Estado español. La convivencia entre todos estos actores va cada vez a peor. Se ha pasado del diálogo al insulto, del abrazo al desprecio, de la convivencia a la prepotencia, del saludo con la mano a ser señalado por el dedo acusica del independentista de turno.