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En 1972 las máquinas conectadas a Arpanet, el germen de la red actual, comenzaron a escupir un enigmático mensaje: "Soy Creeper. ¡Atrápame si puedes!". Acto seguido, las impresoras cobraron vida, provocando el desconcierto en decenas de empresas y universidades de la Costa Oeste de Estados Unidos. Nadie, ni uno solo de los operadores e ingenieros que presenciaron el evento, fue capaz de entender lo sucedido: el primer virus informático de la historia estaba en circulación.