Las familias de los cinco adolescentes que presuntamente asesinaron a un niño de seis años cuando jugaban a secuestrarlo fueron desterradas este martes de sus casas en el municipio de Aquiles Serdán, Chihuahua. Los vecinos en la colonia Laderas de San Guillermo consideran que los adolescentes son un mal ejemplo para sus hijos, por lo que no quieren que los padres de los jóvenes permanezcan en la comunidad. “Aparte de vagos, eran maldosos; quemaban casas, con los perros vivos adentro. Eso ya no es de un niño normal. Eran vagos, eran malcriados… ya no queremos que vuelva a pasar, ya no queremos otra víctima”, comentó a CNN Cintia Ramírez, vecina de la colonia.