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Es común escuchar noticias respecto a los problemas de medio oriente relacionados con el extremismo y el terrorismo. Y en esta circunstancia sale a relucir una palabra que muchos utilizan pero pocos entienden: Islam. Los medios de comunicación occidentales constantemente hablan del islam, de los árabes o de los musulmanes como si todo fuera la misma cosa. Al mismo tiempo meten en el mismo saco a todos los países que profesan el Islam como su religión principal ignorando algunas particularidades culturales que tienen que ver con el espacio-tiempo. Existen árabes, musulmanes, islamistas, practicantes del islam y no todo es lo mismo. Por árabe se podría considerar a la persona que proviene de algun país de la península arábica o que su lengua principal es el árabe, como por ejemplo Arabia Saudita o el reino de Qatar. No obstante, en países como Irán no hablan árabe. Los musulmanes son personas devotas o creyentes en el profeta Mahoma. Se consideren seguidores del islam. El islam es una religión brahmánica monoteísta que considera a Alá como su único dios. Dentro del islam, existen diferentes divisiones que ha pesar de alabar al mismo dios y seguir las enseñanzas del profeta Mahoma, tienen ciertas particularidades. Las dos mas representativas son los Chiitas y los Sunitas. En la actualidad podemos evidenciar un sinnúmero de conflictos culturales dentro del islam entre Chiitas y Sunitas. No obstante, ese no es el único problema de las guerras en medio oriente. Desde hace muchos años los países occidentales y el cristianismo vienen persiguiendo, ya sea por intereses ideológicos, religiosos o económicos, al islam. El problema es histórico y complejo; y la primera arma de occidente en contra del islam es la desinformación .